Niño de la tribu Dinumito |
Aún no habían desaparecido los dinosaurios y menos se habían descubierto
los extraterrestres cuando pasó lo que contaré, pero primero deben saber que
luego de la unión en el lago de los milagros, del enano rojo con la enana
amarilla, surgieron nuevas razas, de diferentes tamaños, con nuevos colores y
con formas diferentes de ver el mundo.
De esas especies surgió una tribu capaz de concentrar en una sola forma,
siete colores. Cuando nació el primero se convirtió en la maravilla de los
alrededores, no solo los miembros de su raza lo adoraban, sino las demás
especies. Era tan llamat ivo y travieso que le daba por andar todo el día de árbol en árbol, pero
como no era muy diestro a cada rato se estortillaba la nariz contra el suelo,
sería por eso que la tribu Razaárboles lo capturó para enseñarlo a brincar.
La tribu Razaárboles eran hombres con alas de ramas que les permitía
brincar de copa en copa, su tamaño alcanzaba hasta los dos metros y eran los
más altos de todas las especies. Sus casas eran nidos construidos entre el
ramaje de los árboles.
Viendo entonces el interés del niño Sietecolores por aprender a trepar,
un día una pareja decidió llevarlo a las alturas para enseñarlo y como no
tenían hijos, se encariñaron tanto que olvidaron regresarlo.
Tribu Razaárboles |
Se reunieron los Dinumitos y luego de discutir lo qué harían, concluyeron que lo acertado era atrapar a un bebé Razaárbol para que su tribu supiera lo que se sufre con la pérdida de un hijo; después lo intercambiarían.
Vigilaron día y noche, sabían que tarde o temprano alguna madre
descuidaría a un bebé Razaárbol, alguno de esos que aún no había aprendido a
brincar bien y terminaban desprendiéndose de lo alto hasta caer a tierra. Y así
pasó. Se les presentó la oportunidad y cayeron sobre el bebé con tanta rapidez
y agilidad que en fracciones de segundos lo ataron, lo levantaron entre varios
y lo escondieron entre el ramaje del bosque. Cuando los padres del bebé
Razaárbol se percataron, fue imposible encontrarlo, ni a él ni a los Dinumitos.
Allí comenzó el conflicto entre
las especies porque ninguna quería regresar al bebé. Los Razaárboles enseñaron a Sietecolores a trepar árboles, a
brincar de copa en copa y a soñar con aprender a volar. Los Dinumitos enseñaron
al bebé Razaárbol a mezclar los colores, a jugar al escondido y a hablar como
hombres.
Y cuando un día se encontraron los bebés, solos, que para entonces no
eran bebés, no sintieron deseos de cambiarse, a Sietecolores le gustaba andar
por los árboles e iba adelantado en vuelo, pues, practicaba lanzándose en
picada tras los pájaros, mientras sus padres Razaárboles se tapaban los ojos
para n o ver.
Raza que vuela con la imaginación |
Finalmente, como no había motivo
para seguir peleando, acordaron la paz y la ayuda mutua. Sietecolores y el bebé
Razaárbol, uno hembra y el otro varón, si saber cuál era la hembra y cuál el
varón, formaron una nueva raza, de ellos vienen los hombres medianos, capaces
de trepar árboles y de volar con la imaginación.
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